Novedades de junio, 2017

A veces se me olvida que este no es solo un blog «de escritura», sino que también es un blog «de escritor», pero es que hay meses en los que no ocurre nada y luego todo llega de golpe.

La última vez que escribí algo de este tipo fue en las navidades del 2016. Así que, a modo de bitácora, resumo aquí mis progresos (o mis movimientos, más bien) en el mundo literario durante la primera mitad del año:

 

Edición argentina de WhiteStar

Si ya hace mucha ilusión que te lea alguien, cualquiera, si esa persona está al otro lado del charco la ilusión es doble. Parece ser que la editorial argentina Ayarmanot ha preparado una edición física, especial y numerada, de nuestra antología homenaje a David Bowie. El resultado va a ser un libro de más de 400 páginas con ilustraciones a color cuyos beneficios irán íntegramente a la Asociación Española Contra el Cáncer (como ya ocurría con la versión digital publicada por Palabaristas).

Mi relato en WhiteStar se llama El hambre, y podéis leer algo más sobre él aquí. También podéis comprar el ebook original a través de Lektu.

Dark Fantasies, Sportula

Ya os podéis imaginar que estoy muy feliz de poder participar en este libro y muy agradecido al editor, a los mecenas y a la gente de Sportula por hacerlo posible. Por otra parte, Mariano Villarreal nos ha pedido a los autores que escribamos un par de párrafos sobre nuestros relatos, así que en esta ocasión me voy a explayar un poco más de lo que suele ser habitual en mí.

Empezaré por lo malo, porque Antemusa Bar & Club no es perfecto: El final tiene un componente moralizante que escapa a mi intención original y que a más de uno no le pasará desapercibido. Intenté «matarlo» varias veces durante las sucesivas revisiones, pero me temo que es necesario para la lógica del relato, así que solo espero que esto no hable demasiado mal de mis habilidades como narrador. La primera reseña en el blog de Origen Cuántico parece comentar algo en este sentido, aunque la valoración final es positiva (por cierto, muchas gracias por tomarte el tiempo de escribir la crítica).

Al margen de este detalle, en Antemusa he intentado hablar de muchas cosas al mismo tiempo: de las incongruencias que se derivan de la mercantilización de un cuerpo, de los países que solo parecen existir como espacio de manufactura y de recreo para otros países, de la deshumanización de lo que deja de ser mente y carne y se transforma en simple producto y de las justificaciones pueriles de unos y de otros. Quería tomar algo espiritual, algo hermoso e inmaculado, y abordarlo desde el punto de vista más físico y orgánico posible, destruir su belleza y volverlo vulgar y sucio. De ahí la profusión de detalles y el estilo próximo a la crónica y propio del «nuevo periodismo».

Por debajo hay algo más, o esa ha sido mi intención. Me parece que asistimos a una época en la que prima una banalización brutal de mitologías y símbolos. Todo se trata de forma superficial, productos de consumo rápido que no dejan poso, reelaboraciones que van dejando atrás el tema, el significado y todo aquello que las convertía en obras artísticas y que, por tanto, se transforman en meros vehículos de fanservice o de generación de merchandising y secuelas.

Suena a tópico manido, pero entre el producto de consumo mayoritario y la obra de arte (y por lo tanto personal de un modo indisociable) hay una tensión no resuelta que lleva trayendo de cabeza a los artistas desde hace siglos. Se reelabora mil veces y se simplifica todavía más con cada nueva iteración, y a medida que crece el presupuesto se diluye el mensaje. Así que Antemusa, a través de la violación de lo numinoso personificado en criatura mitológica, también tiene que ver con los cuadros de mariposas de Damien Hirst y su factoría del arte, con la sirena de doble cola del Starbucks, con las versiones de actores reales de películas Disney y la enésima mega-producción de la enésima franquicia. Intenta hablar de cómo extraemos el contenido del continente y mostramos la carcasa vacía envuelta en papel de oro mientras lo sublime se pierde en la oscuridad del pasado.

Ah, y no soy ningún experto en la reproducción de los tiburones, así que espero que me disculpéis si he cometido algún error al respecto ^-^

Podéis adquirir Dark Fantasies también a través de Lektu. Habrá algunos ejemplares físicos en tiendas —la edición y la portada me parecen de primera categoría, por cierto—, pero una vez se acaben solo estará disponible en formato digital.

Prólogo de Casas Embrujadas para Saco de Huesos

Este ha sido uno de mis últimos compromisos con la ¿difunta? Nocte. Creo que no os engaño si os digo que escribir este prólogo me ha costado bastante más que algunos relatos. La tarea me imponía demasiado respeto, supongo, y solo espero haberles hecho justicia a los maravillosos escritores que han participado en esta antología.

Os dejo con el primer párrafo del prólogo y os animo a haceros con un ejemplar de Casas embrujadas, que los relatos que contiene bien lo merecen (si no está disponible aún cuando se publique esta entrada, sin duda lo estará en unos pocos días):

«Quizá hayas tenido la fortuna o la desgracia de vivir en lugares embrujados.

Entonces sabrás que, a primera vista, no hay nada que los diferencie de cualquier otro sitio. La fachada del edificio es similar a la de los demás, el precio del alquiler no varía. Lo que pasa es que un día has descubierto algo sobre su pasado. Y, de pronto, han empezado a preocuparte los ruidos extraños, los crujidos de las tablas de madera del ático, los cuchillos que desaparecen en la cocina, las casualidades inexplicables. El conocimiento de un hecho luctuoso ha alterado la percepción del espacio de forma irremediable y ya no hay vuelta atrás.»

Otros proyectos

De momento hay poco más que añadir. Tengo tres relatos pendientes de publicación en varias antologías, una novela dando vueltas por editoriales y un millón de proyectos a medias con los que trabajo en colaboración con otra gente y que de momento se están cocinando a fuego lento. Por hacer un poco de balance con respecto a la entrada que publiqué a principios de año, quiero añadir unos cuantos apuntes para que veáis lo despacio que van las cosas en el mundo editorial, sobre todo si se pretenden hacer bien:

1. Los dos cortos en los que colaboré como guionista salieron adelante y Jarama está recorriendo ahora mismo el circuito de festivales (el destino del segundo corto, Adrián, es bastante más incierto). Cuando acabe, será colgado primero en exclusiva en la web de Diario Público. Lo que sí puede verse es el videoclip basado en el cortometraje en el que se muestran varias escenas y que podéis ver aquí mismo.

2. La novela Middle Grade (¿o es tween? Creo que nunca lo acabaré de tener claro) para el mercado anglosajón que anunciaba para mediados de año se retrasará hasta octubre, pero creo que esta fecha es definitiva. Habrá que cruzar los dedos.

3. Todavía está pendiente la publicación del relato «La chica de la azotea» en el número 9 de la Revista Sable.

4. El taller que impartí en la facultad de Medios Digitales de la universidad sobre proyectos de storytelling multiplataforma fue bastante interesante. Estoy pensando en escribir una entrada más larga sobre algunas cuestiones que surgieron en las clases. La cosa versó principalmente sobre los librojuegos, y me consta que a algunos de vosotros os llama la atención el tema. ¿Os gustaría?

Por no aburriros en exceso lo voy a dejar aquí. Me despido ya, pero no sin mandaros un abrazo muy fuerte y desearos mucha suerte a todos con vuestros propios proyectos. ¡Ánimo y a por ellos!

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