La importancia del punto medio en una novela

Si eres un lector constante de este blog, te habrás dado cuenta de que presto mucha atención a la estructura. Es porque pienso en la estructura como un armazón sobre el que se sustenta todo lo demás: el esqueleto de una historia. Si la estructura funciona, entonces también funciona el ritmo, las escenas, los arcos de personaje… es más fácil que todo lo demás caiga en el sitio en el que le corresponde.

Se ha hablado de la división aristotélica de las historias en presentación-nudo-desenlace, de los puntos de giro, del clímax, del sendero del héroe y de otras mil cosas más. Sin embargo, hay un momento clave del que no se suele hablar con tanta frecuencia, un instante que por lo general pasa desapercibido:

El ecuador de la historia.

¿Acaso ocurre algo especial en una película justo a mitad de metraje? ¿Hay una escena en el punto medio de una novela que signifique o simbolice algo en particular? ¿Es rizar el rizo, buscarle tres pies al gato, algo que se han inventado cuatro iluminados?

Júzgalo por ti mismo.

Blake Snyder y la falsa victoria/derrota

En un guion cinematográfico, el momento intermedio tiene lugar a mitad del segundo acto. Blake Snyder contaba que descubrió la importancia del punto intermedio de las películas por casualidad. Cuando empezó a dedicarse a la escritura de guiones llevaba cintas de casete con el audio de películas grabado para escucharlas en sus viajes en coche entre Los Ángeles y Santa Bárbara. Las cintas tenían cuarenta y cinco minutos en cada cara y el trayecto estaba dividido por una colina que Snyder tenía que sobrepasar exactamente a mitad de camino. Cada vez que cambiaba la cinta de cara llegaba a lo alto de la colina, y allí se dio cuenta de que muchas películas estaban divididas estructuralmente en dos mitades muy claras, y que el punto intermedio cambiaba la dinámica del filme.

Snyder explicaba que en el punto intermedio pueden pasar varias cosas. Puede haber un cambio a mejor o a peor, un momento que puede considerarse un triunfo o bien una desgracia. En cualquiera de los dos casos, sin embargo, estaríamos hablando de una falsa victoria o derrota (pues aún quedan muchos obstáculos que superar); corresponde con el momento de «todo está perdido» o de la «falsa derrota» del BS2. Al mismo tiempo, se podría decir que este cambio tiene como consecuencia que «las apuestas suben». En otras palabras, a partir de este punto todo se vuelve más dramático o más relevante.[1]

El punto intermedio en Alien (Ridley Scott, 1979) es el momento en el que aparece el chestburster. Copyright 20th Century Fox.

 

Larry Brooks y la «información nueva»

Muchos otros autores han tratado de ofrecer su propia versión de la importancia y las implicaciones que tiene el punto medio de una historia. L. Brooks ofrece una definición bastante abierta pero precisa de lo que ocurre en el punto medio de una novela o de una película.

En esencia, lo que ocurre en el punto intermedio es que se recibe «información nueva». Aunque quizá el término «revelación» sea más indicado, pues esta nueva información fuerza un cambio en la forma en la que, bien el héroe, bien el lector, perciben la historia.[2] A consecuencia de esta nueva revelación, se produce un entendimiento más profundo de lo que ocurre y, por tanto, «las apuestas suben».

James Scott Bell y el momento del espejo

El «momento del espejo» es exactamente eso: un momento en el que el protagonista se mira en un espejo —a veces real, otras veces metafórico— y reflexiona, justo antes de cambiar la forma de abordar sus problemas. Es decir, Bell piensa que en el punto intermedio no solo debe ocurrir un evento «externo» en la historia que aumenta el nivel de drama («un momento en el que las apuestas suben», que diría Blake Snyder), sino también un evento «interno» que afecta al protagonista.

Para Bell, la idea es que de ese momento o escena intermedia del espejo puede derivarse toda la historia. A partir de esta escena de introspección del protagonista, pueden entenderse sus motivaciones y su trayectoria emocional hasta ese punto, y de ahí se pueden comprender cómo terminará su arco de transformación.

Bell ofrece, entre otros, el ejemplo de Casablanca (Michael Curtiz, 1942): Ilsa acude al bar de Rick después del cierre. Allí se lo encuentra borracho recordando su relación en París. Ella trata de explicarle que lo abandonó al descubrir que su marido todavía estaba vivo, pero él la rechaza. Ilsa se marcha llorando y Rick apoya la cabeza entre sus manos y básicamente piensa: «¿En qué me he convertido?». Durante la segunda mitad de la película lo que esencialmente se dirimirá es si Rick termina convertido en un alcohólico amargado o consigue recuperar su humanidad.[3]

Casablanca, copyright Warner Bros.

 

Conclusiones

Parece que, aunque lo expresen de formas algo diferentes, para todos estos autores el punto medio de la historia simboliza un cambio que tendrá como consecuencia un proceso de transformación en el protagonista de cara a que este se enfrente a los desafíos que le esperan en la segunda mitad de la obra. En El juego de Ender (Orson Scott Card, 1985), por ejemplo, el punto medio coincide con el momento en el que a Ender se le ofrece el puesto de comandante de uno de los peores equipos de la escuela de batalla.

Por tanto, el punto medio altera el flujo de la historia y sorprende al lector, pero: ¿Es un elemento necesario? ¿Es algo que surge de forma orgánica o que se busca activamente? ¿Alguna vez has sido consciente de la importancia del punto medio mientras escribías una novela? Como siempre, podemos debatir sobre el tema en los comentarios.

[1] Snyder, B., Save the cat, Michael Wiese Productions (2005), pp. 82-84.

[2] http://storyfix.com/story-structure-steries-6-wrapping-your-head-around-the-mid-point-milestone

[3] https://killzoneblog.com/2013/07/the-magical-midpoint-moment.html

8 comentarios

  1. ¡Muy buenas, Víctor!

    Muy interesante todo lo que cuentas sobre el punto medio de las historias. Personalmente, no me paro a planificar algo para ese momento en sí. Una vez tengo todo lo gordo en mi cabeza, me hago una escaleta. No me importa si no sigo la estructura de Inicio-nudo-desenlace ni nada de eso. Lo más probable es que de forma inconsciente esté ahí, pero me muevo más por el ritmo y la intensidad. Por esto mismo, puede que en el punto medio de mis historias haya alguna escena como la que cuentas, pero también puede que no. Todo dependerá de la intensidad de las escenas que vinieron antes y de las que vendrán.

    Un artículo muy interesante. Estoy seguro de que, de forma inconsciente, algo escribo en el punto medio jaja.

    ¡Un saludaco y nos leemos!

    1. Gracias, Háskoz. Yo tampoco me preocupo demasiado por el punto medio. Más que nada porque, en la fase de planificación, no sé dónde va a caer exactamente. Nunca me ha resultado un hito natural, pero ahora que sé que puede ser importante quizá lo incorpore a mis próximos trabajos. ¡Un saludo y muchas gracias por comentar!

  2. Hola buenas.
    He leído varias veces el artículo por si se me había escapado algo y es que… hablas del punto medio, pero no dices por qué a ti te parece importante, ni sacas una colcusión de por qué debería dársele más importancia… ¿De verdad cambia tanto una historia que tenga punto intermedio a que no lo tenga? ¿El que no tenga punto medio una historia, puede disgustar de forma inconsciente (o consciente) a un lector? ¿Es acaso una “fórmula” mágica e imprescindible como el famoso “inicio-nudo-desenlace”?

    Para algúnos tipos de historia pienso que está bien. Haces referencia a la película de Alien y creo que en esa peli funciona de maravilla, es perfecto, completo y te deja con buen sabor de boca, a pesar de ser una película que te tiene en tensión casi constante. Noto el mismo patrón en la película de “The Cube” que me deja con la misma sensación de haberme quedado satisfecha con la historia a pesar de lo angustiosa que puede llegar a ser.

    Imagino que bien llevado esté bien siempre, pero cuando lo haces con todo, acaba siendo predecible. Cuando empiezas una historia nueva ya imaginas que hacia la mitad estará el famoso ecuador y habrá, como comentas, ese falso final (victoria o derrota). Uno nunca sabe cómo está eatructurada una historia hasta que la conoce, pero si todas son iguales y siguen el mismo patrón, te lo esperas en todo. Para lectores jóvenes que aún no han leído lo suficiente pienso que funcionaría bien siempre y les va a sorprender porque no se lo esperarán, pero los que ya hemos deborado cientos de historias y visto otros tipos de estructuras, es más bien predecible y en algunas ocasiones, cuando no está bien llevado, aburrido.

    En tu opinión ¿por qué es tan importante estructurar un buen punto medio? ¿Acaso le da más fortaleza a una historia por tenerlo? ¿Podría haber otro tipo de estructuras que funcionasen igual, para variar un poco y no saturar el mundo con más de lo mismo?

    Un saludo y buem artículo. Me ha hecho reflexionar.

    1. Hola, muchas gracias por tu comentario y por la reflexión. Paso a responderte lo mejor que pueda:
      Lo primero es que es recomendable olvidarse de fórmulas mágicas. Las historias no funcionan o fracasan por seguir la estructura del viaje del héroe o por preocuparse de que el punto medio resuma de manera magistral el tema literario o se produzca en él un cambio a mejor o a peor. Todas estas ideas son reflexiones de profesionales del guion y de la literatura que, a lo largo de los años, han ido identificando determinados patrones que se repiten en mitos y folclore, o en historias que tienen éxito. Pero no en todas y no de la misma forma. Son solo ideas, sugerencias que pueden conducir a una reflexión personal o que pueden ayudarte en determinado momento (o no).
      En mi caso da la casualidad de que uno de mis puntos débiles tiene que ver precisamente con la estructura, y por eso intento suplir esa carencia leyendo, investigando y analizando las obras y sugerencias de otros escritores. Como ya he dicho en otro comentario, nunca me he preocupado de introducir una escena en particular en el punto medio de una historia. Ahora que sé que existe y que algunos escritores lo trabajan, simplemente prestaré un poco de atención al tema en mis próximos borradores. Si resulta que uno cae en una escena en la que puedo identificar alguno de estos elementos clave, trataré de enfatizarlos, pero solo lo haré si resulta natural. Creo que lo contrario resultaría contraproducente y perjudicaría el ritmo natural de la narrativa.
      Un abrazo y gracias de nuevo.

  3. Pienso que el punto medio ha pasado a ser un recurso inamovible. Creo sin embargo que se puede prescindir de todos ellos. Me parece que en el caso de los escritores, que tenemos el universo conocido y por conocer y los por inventar en nuestra mente y espíritu quizás, no sería de extrañar que surgieran muchas nuevas maneras inusitadas y nuevas, que cambien la manera de percibir las realidades e irrealidades que contamos. Creo que la libertad en los desarrollos es fundamental, aunque nos lleven al fracaso económico. Quien sabe, quizás algún nieto cobre los derechos de autor. Cambiando un poco una frase muy conocida podría decir que, “nadie es profeta en su tiempo…”.

    1. Gracias por tu comentario, Leo. Y sí, libertad siempre, aunque nos lleve al fracaso económico. Me gusta esa frase 🙂

  4. Me gusta eso del descubrimiento de Snyder, el hecho de llegar a lo alto de la colina justo cuando cambiaba la cara de la cinta. Creo, que la importancia de este punto radica en un giro que debemos dar a la historia. Me interesa este tema y tu lo explicas muy bien. Gracias Victor.

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