Balance anual: 2019

Fin de año otra vez. Hoy ya es tradición volver la vista atrás y reflexionar sobre los últimos trescientos sesenta y cinco días: qué prometimos que haríamos, qué ocurrió desde entonces, en qué acertamos y en qué fracasamos estrepitosamente.

En definitiva, nos sirve para constatar cómo, casi siempre, «la vida tiene otros planes».

De hecho, ese ha sido mi caso. A finales de 2018 volví a España de forma definitiva y me asenté en Madrid. Sin grandes cambios. Sin sobresaltos. Pero desde entonces, mi vida ha estado marcada por la incapacidad de lidiar con las circunstancias, de sobreponerme a mí mismo y de volver a establecer un horario de trabajo coherente.

Publicaciones

Escribía en el balance de 2018 que, si todo salía bien en 2019 el año se saldaría con cuatro publicaciones. La realidad es que solo ha sido una. Antes de verano, casi con la única intención de cerrar un ciclo a nivel personal, autopubliqué una novela de fantasía, una nueva versión del cuento clásico La reina de las nieves de Hans Christian Andersen. La presenté a SPFBO, un concurso organizado por el escritor Mark Lawrence y, aunque quedó bastante bien posicionada (aquí tenéis la reseña), lógicamente no ganó.

Con esta novela, tanto el pseudónimo como la escritura en inglés quedan abandonados, al menos de forma temporal. Y es que, si no son honestos, estos balances no tienen sentido, y la verdad es que fue un experimento muy costoso, tanto en tiempo como en esfuerzo y dinero, y ahora mismo considero que la rentabilidad (no solo económica, también a nivel de satisfacción personal) no basta para continuar con la aventura.

Prueba, evalúa y, si no funciona, es momento de cambiar tu forma de hacer las cosas. Nada nuevo.

Como ya decía, a lo largo de 2019 no he sido demasiado productivo. Aún con todo, no puedo decir que haya abandonado por completo la escritura. En torno a febrero conseguí encadenar un par de semanas buenas para terminar una novella de brujería ambientada en el Madrid de los primeros dos mil. Una historia urbana, muy de barrio, en el punto álgido de la burbuja inmobiliaria. La historia me gusta y quizá vuelva a ella en el futuro, tal vez incluso para ampliarla, redondearla y convertirla en una novela. Pero de momento vuelve al cajón.

En verano, en un arranque similar, llegué al ecuador una novela negra, que luego aborté. Creo que tiene unos cuantos puntos buenos, y quizá la revisite, pero llegó un momento en el que no pude seguir avanzando; se me murió en las manos.

Por último, también logré (eso sí, con mucho esfuerzo) cumplir con mis compromisos y entregar mi relato para la antología Atlas Rojo coordinada por Álvaro Aparicio, la secuela de Atlas Negro que tantas alegrías nos ha dado.

Planes para 2020

Este año quiero ser poco ambicioso, pero cumplir realmente los objetivos que me marque. Ahora mismo en mi vida hay muchas variables que ponderar y que pueden dar al traste con cualquier planificación.

Por tanto, para 2020 solo voy a marcarme tres objetivos:

  1. El principal para mí es volver a escribir todos los días y hacerlo con ganas, en proyectos que realmente me motiven. Y terminarlos. Eso es lo más importante.
  2. El segundo objetivo es retomar el blog y las redes sociales. Pero también salir a la calle. Lo que quiero es volver a relacionarme con otros compañeros escritores con los que he ido perdiendo el contacto en los últimos tiempos, y hacer amigos nuevos. Quiero participar en eventos literarios, ir a más presentaciones de libros, comentar más mis lecturas con todo el mundo, incluso apuntarme a un curso de narrativa. Lo que sea con tal de seguir motivado y de reconectar con esa pasión que todos sentimos por los libros.
  3. El tercer objetivo es todavía un secreto. De momento lo sé yo y pronto lo sabréis vosotros. Pero ya está casi cumplido y es espectacular. Lo mejor que me ha pasado desde que empecé a juntar letras.

En conclusión

No todo ha sido malo, ni mucho menos. De hecho, ha habido noticias maravillosas que ya anunciaré cuando llegue el momento. Mi situación personal no es ahora más sencilla que hace un año, ni tengo menos compromisos, sino todo lo contrario, pero poco a poco voy volviendo a la regularidad en los artículos de blog y no tardaré mucho en recuperar la lista de correo.

En fin. Todo esto va de caerse, levantarse y volver a caminar.

Mientras tanto, seguimos vivos y presentando batalla.

¿Y tú? ¿Has cumplido con los objetivos que te habías marcado en 2019? ¿Has hecho ya tu lista de objetivos para 2020? Cuéntamelo en los comentarios.

2 comentarios

  1. Ánimo con esos propósitos, Víctor. Tus asiduos agradeceremos que retomes el blog y estaremos pendientes de ese misterioso tercer objetivo secreto. Menudo manejo del suspense, demonios…

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