No suelo prestar mucha atención a los artículos sobre creación de personajes. He escrito alguno, sí, pero no es algo que me quite el sueño. En mis historias los personajes nacen sin más. En algunas ocasiones demandan una escena nueva, o un giro de la trama pero, por norma general, hacen las cosas que se supone que deben hacer y voy descubriendo cómo son a medida que escribo. No suelo dejarme arrastrar por la tiranía del motivo ni por arcos de transformación. Simplemente suceden. Y en los pocos casos en los que no es así… bueno, para eso están las revisiones.
Sin embargo, el otro día estaba comiendo con un amigo que es narratólogo (no me lo invento; existen de verdad y además este casi ejerce como tal) y me preguntó si conocía el sistema de los eneagramas, un método que utilizan algunos guionistas para crear personajes. Le dije que no, pero me pareció muy interesante, así que saqué la vieja libreta y empecé a tomar notas.
Según mi amigo, todo esto de los eneagramas es una técnica bastante esotérica. Por eso he estado tentado de titular el artículo como: “un secreto que los guionistas no quieren que sepas”. Como ves, he resistido la tentación.
De nada.
¿Qué es un eneagrama?
El sistema de los eneagramas está basado en una propuesta de un psiquiatra chileno llamado Claudio Naranjo para establecer una tipología de personalidades y comportamientos. Naranjo utilizó como base una figura geométrica fundamental en una doctrina conocida como «el Cuarto Camino», una mezcla de budismo, sufismo y masonería. Esta figura (el eneagrama) está compuesta por un triángulo equilátero en el interior de un círculo y una figura hexagonal. El triángulo, junto con esta figura, forman una suerte de estrella asimétrica de nueve puntas.
Cada una de las puntas del eneagrama se corresponde con un eneatipo, que sería algo así como un tipo básico de personalidad. Descritos muy brevemente (y sin duda de forma incompleta), los nueve eneatipos serían los siguientes:
- El perfeccionista: detallista, ordenado, tolerante, ético, juicioso, comprometido.
- El que da: altruista, atento, servicial, orgulloso.
- El ejecutante: trabajador, individualista, vanidoso, sincero.
- El romántico: artista, envidioso, empático, creativo.
- El observador: científico, asceta, observador, avaricioso, autosuficiente, generoso.
- El que duda: leal, valiente, legal, moral.
- El epicúreo: alegre, vive en el presente, poco previsor.
- El jefe: justiciero, autoritario, líder, protector.
- El mediador: pacificador, perezoso, tranquilo.
Como puedes ver, cada eneatipo puede tener rasgos contrarios (avaricioso/generoso), pues hay estados más saludables que otros. Los nueve eneatipos pueden organizarse en tres áreas:
Área instintiva: comprende los eneagramas 1, 8 y 9.
Área emocional: eneagramas 2, 3 y 4.
Área mental: eneagramas 5, 6 y 7.
¿No lo ves claro? ¿Qué tal así?
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Crear personajes con el eneagrama
La primera forma de utilizar un eneagrama es elegir cualquiera de los eneatipos como base para desarrollar el «ego» de un personaje. Esto es lo que he visto recomendar en varios lugares distintos, pero no es del todo correcto: Si nos limitamos a utilizar un eneatipo sin más, solo conseguiremos crear un personaje plano y aburrido.
¿Y entonces? Lo primero que hay que entender es que las personas de carne y hueso comparten rasgos de los nueve eneatipos en mayor o menor medida. Sin embargo, cada eneatipo tiene dos eneatipos adyacentes, de los cuales recibe más influencia (actúan como una especie de personalidad secundaria). Por ejemplo, el 8 tiene como adyacentes el 7 y el 9.
Estos dos eneatipos reciben el nombre de aleros o aledaños (wings), y uno de ellos siempre es el dominante. Cuando estás trabajando con eneatipos, un personaje puede sintetizarse con una expresión del estilo de: 8w9. Esto se traduce como un eneatipo 8 con presencia dominante del eneatipo 9. Así, un 8w9 es más reservado y tranquilo, y un 8w7 es más gregario e impulsivo.[1]
El eneagrama y el arco del personaje
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Ahora nos dicen que consideremos que las líneas del eneagrama no son tales; son vectores. En realidad no lo son (porque solo estamos teniendo en cuenta su orientación y no su magnitud), pero vamos a utilizar la misma terminología que utilizan ellos para evitar confusiones. Cuando el personaje avanza en la dirección de la flecha, los vectores actúan como líneas de tensión. Cuando avanza en dirección contraria, los vectores actúan como líneas de relajación. La tendencia natural de casi cualquier personaje es alcanzar un estado de relajación, pero la labor del escritor es, en esencia, no dejarle cumplir este objetivo.
La tensión a la que es sometido un personaje puede categorizarse en grandes y pequeños estreses. Un personaje reacciona a un estrés pequeño del modo natural, utilizando los métodos que conoce y que le han funcionado en el pasado para resolverlo. Sin embargo, estos métodos nunca sirven para superar las grandes tensiones que desencadenan y hacen avanzar la historia. Por ese motivo, el personaje reacciona de un modo distinto.
Estas reacciones de un personaje a los cambios generan un recorrido ordenado a través de los diferentes eneatipos, en un proceso de desintegración (o de integración, si lo recorriera en sentido contrario, algo que sería propio de un libro de auto-descubrimiento o de autoayuda más que de una historia de ficción).
Por ejemplo, un personaje del eneatipo 1, al ser sometido a una gran tensión caería en el eneatipo 4, del cuatro pasaría al 2, del 2 al 8 y así sucesivamente. En un primer momento, en cada uno de los pasos, el personaje manifestaría las características más negativas del nuevo eneatipo.
Ergo… cambio, evolución… ergo… arco de personaje.
Establecer relaciones entre personajes con el eneagrama
Cada uno de los eneatipos se complementa con otro, aquel que se encuentra en el polo contrario (el perfeccionista con el epicúreo (1 y 7), «el que da» con el jefe (2 y 8), etcétera).[2] Esto sirve para construir relaciones de simpatía o antipatía, y de este modo generar el tan buscado conflicto. Por ejemplo, en una película como American Beauty, los tres miembros de la familia abarcarían las tres áreas del eneagrama: Lester (mediador, área instintiva), su esposa (ejecutante, área emocional) y su hija (que duda, área mental). [3]
Conclusión
Para mí el eneagrama es un sistema curioso (aunque demasiado rigorista), y desde luego un marco conceptual muy interesante desde el que jugar con las relaciones entre personajes en una novela o en un guion cinematográfico. Enfatizo la palabra «jugar» porque el eneagrama es un método de experimentación maravilloso y sospecho que de ahora en adelante me lo voy a pasar genial tratando de descifrar los eneatipos que se esconden detrás de los personajes de cada película o serie de televisión que vea.
Sin embargo, también me parece que introduce una cantidad absurda de ruido en el proceso creativo. Por eso creo que mi método es mucho más fácil: Consiste en observar a las personas, las relaciones humanas y sus pequeñas interacciones. Después procesar la información, simplificarla para quedarse con lo importante, con lo útil y con lo significativo. Por último, hay que sentarse frente a la pantalla y contarlo.
No sé a ti, pero a mí me parece muchísimo más sencillo.
Para saber más:
https://www.enneagraminstitute.com/
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Por una de esas sincronías de la vida, los artículos de mi web siempre coinciden con mis colaboraciones en Ateneo Literario. Así que si todavía no os habéis cansado de mí, os invito a visitar su blog, donde hoy también aprovecho para recomendaros cinco autores de terror para el verano (clica aquí, o directamente sobre la imagen de abajo). Son dos escritoras y tres escritores liminares e inclasificables que escapan de los clichés y expanden los límites del género.
Espero que la lista os parezca original: están todos vivos y ninguno es Stephen King.
[1] http://tvtropes.org/pmwiki/pmwiki.php/UsefulNotes/TheEnneagram?from=Main.TheEnneagram
[2] Esta afirmación resulta bastante chocante, porque los eneatipos 4 y 5 no tienen un polo contrario y el eneatipo 9 ¡tiene dos!
[3] https://bloguionistas.wordpress.com/2013/09/19/sobre-el-eneagrama-en-la-escritura/
Escritor de ficción especulativa, slipstream y novela negra. Bloguero inquieto (e inquietante) también se dedica a la traducción y realiza informes editoriales. Le gusta desmontar historias para ver cómo funcionan por dentro, aunque luego no sepa armarlas de nuevo. Autor de Lengua de pájaros, Duramadre y Fantasmas de verde jade (todas con Obscura Editorial).
Has puesto conficto en vez de conflicto.
El método suena interesante. Quizás un pelín mecánico si se abusa de él, ¿no crees? Pero interesante.
¿Podrías ampliar la información sobre los nueve eneatipos?
Un artículo muy bueno.
Gracias.
Buenas, Miguelón. Corregida la errata.
Normalmente estos métodos son menos evidentes de lo que parece cuando consumimos el libro o la película en cuestión. Nos han colado el viaje del héroe un millón de veces y nosotros nos lo hemos comido y hemos pedido doble ración. Lo mismo ocurre con el BS2 y con tantas otras cosas. No creo que haya mucho guionistas que los utilicen como plantilla, sino más bien como método de comprobación o para tenerlos en cuenta a la hora de revisar y mejorar una sinopsis. En el caso del eneagrama la verdad es que no sabría decirte, porque descubrí que existía hace muy poco. No lo he usado nunca.
Sobre los eneatipos, si sabes inglés, te remito a la sección “para saber más” de esta misma entrada. En español puedes consultar el artículo de la Wikipedia, que expande un poco la información.
Muchas gracias por tu comentario.
Muy interesante. Esto bien aplicado puede servir para muchas cosas (personajes, capítulos). Me lo guardo.
Estupendo artículo, un saludo.
Hola! Me ha gustado el artículo. Soy psicoterapeuta y utilizo muchas veces el eneagrama como mapa, sobre todo para comprender a mis clientes, ya que cada eneatipo es una forma de estar, ver, entender y sentir el mundo. Desde luego, es una herramienta muy potente y completa. Me atrevo a decir que reúne y mejora el conocimiento de todas las teorías de la personalidad conocidas hasta el momento.
Al momento de ver alguna película o leer alguna novela, notas mucho cuando no han estructurado bien sus personalidades. Por el contrario, cuando te encuentras con personajes que encajan bastante con algún carácter o eneatipo -sin llegar a caer en el cliché o exageración necesaria- la obra cobra mucha más realidad y a mi, personalmente, me entusiasma y gusta más.
Saludos!
Hola Vanesa, me alegro de que hayas disfrutado con el artículo. Un abrazo.
Muy interesante el texto. Capte la necesidad de personalidades definidas, pero no logré comprender como utilizar el eneagrama. Nunca lo utilice me gustaría conocerlo mas profundamente. Si alguien sabe; en qué site estaria explicado más simplemente….
Muchas gracias!
El artículo lo encontré justo por la curiosidad de inspirarme en el eneagrama para escribir personajes.
Es bueno el artículo.
Lo único ¿has observado que del eneatipo 6 es del único que sólo has puesto características “socialmente positivas”? A excepción de moral, que puede ser relativo, claro. De hecho, la valentía del 6 es algo que no siempre sucede, ya que dentro de ese eneatipo nos encontramos al tipo fóbico y al contrafóbico.
Hay páginas sobre el análisis de personajes de películas desde el eneagrama que son francamente recomendables.
Para un escritor/a cierto que puede ser muy rígido al inicio, pero cuanto más se profundiza más se ve que no hay 9 tipos, sino 27. Eso da mucho más juego.
Os recomiendo el libro de Claudio de los 27 personajes.
Gracias por tu artículo!
El eneagrama no está basado en una propuesta del psiquiatra chileno Claudio Naranjo. Nadie sabe a ciencia exacta quién o quienes crearon el Eneagrama. Naranjo solo fue quien introdujo esta herramienta a América cuando no era muy conocida, viajó a varios países investigando (Como buen E5) para complementar sus conocimientos y expandirla por el mundo. Gran contribución.
Muchas gracias, Edd. En el texto atribuyo a Naranjo una autoría que no es tal, pues efectivamente he investigado un poco más y existen precedentes (académicos, como es el caso de Óscar Ichazo) más allá del Cuarto Camino, así que gracias por la aclaración. En cuanto tenga un rato, corrijo el artículo. ¡Un saludo!