Como ya es tradicional en este blog —y en tantos otros— aprovecho la última entrada del 2017 para hacer balance de lo conseguido a lo largo de este año. Aquí va, sin más dilación (que bastante largo me ha quedado el artículo ya):
Publicaciones por la vía tradicional
El año se salda con una única publicación a través del sistema tradicional, en este caso mi relato Antemusa Bar & Club en la antología Dark Fantasies de Sportula (también escribí el prólogo para la antología de Casas encantadas de la editorial Saco de Huesos, pero no es ficción). Las críticas han sido muy buenas y en ese sentido estoy satisfecho.
Es un descenso notable y constante, porque en 2016 publiqué cuatro, y en 2015 publiqué siete. Lo cierto es que apenas he escrito relatos durante este año y solo he participado en la convocatoria de Nova, así que tampoco podía esperar otro resultado.
Esto puede transmitir una falsa sensación de abandono o de fracaso, pero la pura verdad es que he estado concentrado en la escritura de novelas, y ver resultados en ese frente es proceso mucho más lento e infructuoso.
Autopublicaciones
En contrapartida, este ha sido el año en el que finalmente me he decidido a autopublicar por partida doble. Por un lado, la novela en inglés Scheele’s Green Ghosts y, por otro lado, la traducción de la antología de relatos La nueva madre y otros cuentos, de Lucy Clifford. Puesto que en el primer caso no tengo muchos datos para hacer un balance en condiciones, lo dejaré para otra ocasión.
En cuato a los resultados de La nueva madre, han sido agridulces. La acogida fue buena, mucho más de lo que esperaba, y a día de hoy se sigue vendiendo —con cuentagotas, eso sí—. Sin embargo, después de cuatro meses las ventas no han llegado a cubrir siquiera el coste de la portada y no creo que lo consiga a corto ni a medio plazo.
En parte la culpa es de Amazon. Resulta que si la obra que publicas en su plataforma está libre de derechos de autor no puede formar parte del programa KPD y, todavía peor, no puedes cobrar más del 30% de cada venta. Esto no lo descubrí hasta que subí el archivo (en este caso, culpa mía por no haberme informado) y por tanto decidí ponerle un precio muy bajo. Ya que me voy a llevar muy poco dinero de todas formas, tampoco es plan de hacerle pagar el extra al lector.
En fin, lección aprendida. De momento estoy pendiente de subir la obra a Lektu, donde los porcentajes son más razonables. Sin embargo, me temo que los proyectos que tenía de recuperar a otros autores olvidados se van a quedar aparcados hasta nuevo aviso. Hay opciones que estoy barajando (entre ellas la publicación tradicional en físico vía crowdfunding), pero de momento no tengo el tiempo ni las energías para ello.
Otros
Al margen de las publicaciones, se estrenaron dos cortos cuyos guiones hice por encargo. El primero formó parte de la promoción del videoclip Jarama del grupo Boikot y fue proyectado en varias salas y centros en relación con el 80 Aniversario de la batalla del Jarama. El segundo fue bastante más corto (unos tres minutos) para el mismo director, con el objetivo de presentarlo a un único concurso en el que no resultó ganador. Tenéis toda la información de ambos en este enlace.
He escrito un guion de cortometraje más y dos sinopsis, también por encargo, pero ninguno de ellos tiene visos de que vaya a rodarse. Hay, en cambio, posibilidades de rodar un cortometraje interactivo durante el 2018, un proyecto muy interesante que aprovecha las posibilidades de Unreal4.
En otro orden de cosas también relacionadas con el oficio, he llevado a cabo la corrección y maquetación digital de una novela y he medio-apalabrado la corrección de una guía de viajes con una editorial para el 2018, he impartido un taller práctico de storytelling multiplataforma en la universidad, he trabajado en un proyecto de empresa con compañeros escritores (que al final no ha llegado a buen puerto) y he montado dos webs nuevas.
No sabría precisar cuánta ficción he escrito y que de momento permanece inédita, pero bastante. La segunda novela de Lundenwich está ya terminada, estoy acabando una novela de ciencia-ficción, moviendo una de fantasía oscura y tengo una historia rarísima aparcada a medias que no voy a poder venderle nunca a nadie, porque es rara de coj…
El blog
Nada que decir al respecto. Después de una etapa algo más laxa, a partir de septiembre he cumplido religiosamente con lo que prometí y he subido una nueva entrada cada semana. He cambiado un poco el estilo y abordo los temas desde una perspectiva algo más personal. Parece que a muchos de vosotros os gusta la nueva dirección, porque las visitas han ido subiendo gradualmente.
Toca seguir igual, aunque vuelvo a una frecuencia más espaciada, porque ahora tengo que mantener dos blogs a la vez. Es decir, seguiré escribiendo contenido todas las semanas, pero ahora estará repartido entre ambos blogs, con lo que las entradas en esta web se publicarán con periodicidad quincenal. Sea como sea, todavía queda blogging para rato.
Proyectos apalabrados para 2018
El año que viene ya hay dos proyectos anunciados:
1) Blue, un relato de ciencia-ficción que supone mi segunda colaboración con Nova Fantástica.
2) Góspel, un relato de horror cósmico para Atlas Negro, una audio-serie producida por la gente de Noviembre Nocturno y que también tendrá una edición física a cargo de Pulpture.
Además, hay varios proyectos no anunciados, pero sí apalabrados:
1) Una colaboración de un artículo y quizá un relato con una revista de fantasía. ¿Cuál será, cuál será?
2) Un grupo de escritores estamos preparando una antología conjunta (precisamente con la escritura como hilo conductor) que debería materializarse en algún momento del año.
3) Una invitación para publicar un relato en inglés a finales de 2018.
Tengo un par de relatos más descolgados, seleccionados de una u otra manera desde hace tiempo, pero cuya publicación sigue en el aire. No es la primera vez que un relato vuelve a mis manos después de ser aceptado, por un motivo u otro. De momento mantengo la fe.
Otros
Si el 2017 ha sido el año de la autopublicación, el 2018 lo va a ser más. La verdad es que el asunto envicia y estoy empezando a ver (tímidos) resultados económicos, lo que ayuda bastante a aumentar la moral, sinceramente. De momento pretendo mantener un ritmo constante y tratar de construir un catálogo. Como dije algo más arriba, la segunda parte de The Lundenwich Society ya está escrita, junto con la segunda novelette que lo acompaña. La primera novelette, de hecho, lleva revisada un tiempo, y solo queda que el ilustrador termine la portada para poder publicarla.
Aparte de estas dos cosas, tengo mis planes y mis plazos, pero son tan ambiciosos que prefiero no compartirlos por aquí para luego no tener que rendir cuentas de ellos con nadie. Si os parece, mejor nos esperamos a finales del 2018 para ver qué tal ha ido.
Conclusiones
Puede que el balance de 2017 sea un poco “meh”, pero la verdad es que no creo que los resultados de un año signifiquen nada. Hay mucho trabajo bajo la superficie. En 2016 publiqué mucho más, pero escribí un post depresivo. Este año he trabajado mucho más que en el 2016, pero los resultados son todavía menos evidentes. Y aun así me niego a deprimirme. He producido mucho material y de momento está acumulado, asó que espero darle salida a lo largo del 2018.
¿Y vosotros? ¿Habéis cumplido con vuestros objetivos de escritura del 2017? ¿Os ha tratado bien el año y estáis ansiosos por hacer borrón y cuenta nueva y encarar 2018 con otra actitud? Sea lo que sea, podéis contármelo en los comentarios.
Escritor de ficción especulativa, slipstream y novela negra. Bloguero inquieto (e inquietante) también se dedica a la traducción y realiza informes editoriales. Le gusta desmontar historias para ver cómo funcionan por dentro, aunque luego no sepa armarlas de nuevo. Autor de Lengua de pájaros, Duramadre y Fantasmas de verde jade (todas con Obscura Editorial).
Hola, Víctor.
Parece que se te presenta un año ocupado. Dale caña. Que otro relato tuyo aparezca en Nova por segunda vez es genial, ¡felicidades! Y espero el día en que nos anuncies la publicación de tus novelas. En mi estantería hay sitio para ellas. Que tengas un gran 2018. Te deseo lo mejor. ¡Ánimo y a por ello!
Un saludo.
Muchas gracias, Jordi. ¡A ver si hay suerte!
Un abrazo.