Llega el final de este annus horribilis y, como es tradición en esta bitácora desde 2014, toca hacer balance de lo planificado en los últimos doce meses y marcarse objetivos nuevos para los próximos doce. 2019 fue un año bastante mediocre, sobre todo en lo literario, y quizá por eso he asimilado las circunstancias de 2020 con bastante facilidad y me lo he tomado como una oportunidad.
Escritura
Si en 2019 me quejaba de ser incapaz de mantener una rutina de trabajo consistente, el 2020 empezó igual.
Para motivarme, decidí inventarme una cosa que llamé el reto de los 12 relatos. Cumplí en enero y febrero, y luego fracasé sin remedio. Al final la solución fue mudarme, huir de las obras en mi calle y de los ruidos. Todo mejoró cuando me marché de allí. Ni siquiera sabía que la situación me estaba afectando de esa manera.
A partir de entonces, las cosas empezaron a ir bien. Durante el verano, retomé la novela negra que se había quedado atascada en el 2019 y conseguí terminarla en unas cuantas semanas, un triunfo al que no estoy nada acostumbrado. Trabajé exhortado por una editorial que, poco después de enviar el manuscrito completo, me ofreció un contrato con la idea de publicarla en un plazo aproximado de 18 meses. Todavía no hay nada firmado y está todo en el aire, pero en cualquier caso son buenas noticias.
En cuanto a la escritura de no-ficción, estoy dando los toques finales a un artículo académico con un amigo sobre una de mis series de anime favoritas, y espero que lo acepten en alguna revista indexada a lo largo de 2021. No hablo mucho de estas cosas por aquí, porque no creo que a nadie le interesen mis publicaciones habituales en revistas de paleontología, pero este artículo es diferente, porque pertenece al campo de los estudios culturales y está muy relacionado con los contenidos de esta web e incluso con una obra de ficción futura. Ya iré informando.
Por lo demás, uno de mis objetivos del año pasado para 2020 era, literalmente «salir a la calle», «volver a relacionarme con otros compañeros escritores con los que he ido perdiendo el contacto en los últimos tiempos, y hacer amigos nuevos». También participar en eventos literarios, ir a más presentaciones de libros…
Mejor no os explico cómo ha ido todo eso.
Publicaciones
El año se salda con dos publicaciones. Una es Lengua de pájaros, mi primera novela con distribución en España y publicación tradicional. Para mí, sobra decirlo, ha sido un paso importantísimo, no solo en formato —de relatos a obra larga— sino también en alcance. La recepción, creo, ha sido muy positiva (podéis leer algunos extractos de reseñas aquí).
Junto con Lengua de pájaros también he publicado Coda, una novelette de 10.000 palabras que acompaña a la novela y que fue fruto de mis esfuerzos en marzo.
Planes para 2021
Si los planes se cumplen, a lo largo del año 2021 verán la luz dos novelas más, ambas publicadas con una editorial tradicional. Uno de los contratos ya está firmado y es firme; el manuscrito está entregado y la fecha de publicación, si no hay sustos con el virus, está prevista para mediados de mayo. Es una novela slipstream, porque en algún género había que encajarla. Es dura y muy personal. Y rara. De cojones.
La otra novela se publicaría en la segunda mitad del año, si soy capaz de cumplir con los plazos. Es una historia juvenil, supongo, aunque nunca he estado seguro de si existe realmente la literatura juvenil o es otra cosa que nos hemos inventado en nuestra obsesión por clasificarlo todo. Vamos, como el slipstream.
No puedo decir nada más hasta que se hagan los respectivos anuncios oficiales.
También hay dos relatos pendientes de publicación en sus respectivas antologías. Uno de ellos es el de Atlas Rojo, el cual viene descolgado del año pasado. Pocas sorpresas más puede haber en este sentido, porque llevo muchísimo tiempo sin participar en ningún concurso.
De hecho, parece que las cosas se están moviendo en lo que respecta a la Saga Radiata. Recientemente ha salido en Verkami el proyecto de una baraja de tarot basada en el universo creado por Álvaro Aparicio. Si con la edición en papel de Lengua de pájaros se regalaban tres cartas de mi propia versión del “tarot” de los guías druídicos de la novela, el de Álvaro incluye una carta basada en mi relato incluído en Atlas Negro: La Estrella.
Os dejo por aquí algunas imágenes con las ilustraciones de Raquel Castillejo, por si os gustan y os interesa contribuir al proyecto.
Soy consciente de que estos compromisos, y sobre todo el trabajo de revisión sumado a la actividad de esta web, no me van a dejar demasiado tiempo libre para otras actividades. Sin embargo, y después de haber pasado un año y pico tan irregular, quiero mantener la rutina de escritura. Por eso uno de mis objetivos principales para 2021 es dar forma a una nueva novela, probablemente a partir del verano.
En este caso se trata de una novela “histórica”, ambientada en la España de los años sesenta y setenta. Llevo un par de años recopilando documentación así que, en cuanto pueda, empezaré a elaborar la sinopsis y la escaleta.
Por otro lado, llevo meses pensando en dar por fin el salto y profesionalizar mi actividad: volver a ofrecer servicios, monetizar el blog, puede que abrir un Patreon, una tienda virtual, etcétera, etcétera. En otras palabras: ir a por todas. Aún no tengo las cosas nada claras a este respecto, y es muy posible que termine echándome atrás. Sea como sea, habrá que ir viendo cómo se desarrollan las cosas durante los próximos meses.
En conclusión
Obviando los aspectos negativos que todos conocemos, 2020 ha sido generoso conmigo, y espero que 2021 sea el momento de consolidarse y crecer.
A pesar de todo, creo que hay que ser consciente de que las oportunidades de hoy pueden no estar ahí mañana. Así que debemos aprovechar los pequeños triunfos, no agobiarnos, y disfrutar del viaje y del momento.
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¿Y tú? ¿Has cumplido con los objetivos que te habías marcado en 2020? ¿Has hecho ya tu lista de objetivos para 2021? Cuéntamelo en los comentarios.
Escritor de ficción especulativa, slipstream y novela negra. Bloguero inquieto (e inquietante) también se dedica a la traducción y realiza informes editoriales. Le gusta desmontar historias para ver cómo funcionan por dentro, aunque luego no sepa armarlas de nuevo. Autor de Lengua de pájaros, Duramadre y Fantasmas de verde jade (todas con Obscura Editorial).
Muy buenas Victor. La verdad es que este tipo de entradas animan mucho a conocerte y sobre todo a ver qué al final el 2020 no ha sido el año que esperábamos pero ha servido para potenciar algunos aspectos de nuestras vidas. Mucha suerte con el 2021.
Gracias, Noé. Yo también te deseo mucha suerte.