Balance anual: 2023

Otro año más y otro balance para la colección. Es una tradición que inicié en 2016 y que he respetado casi siempre (salvo en 2021). Se trata de un repaso de objetivos que no sé si es para mí o para los demás. Un pequeño diario de los progresos y los retrocesos, de los planes frustrados y de las cosas que, contra todo pronóstico, acaban saliendo bien.

2023 ha sido un buen año, y eso que apenas he sacado tiempo para leer, he escrito poco y esta web y las redes sociales han estado muertas. Y sin embargo…

Escritura

El plan que establecí junto con los editores de Obscura era publicar un libro de Lundenwich al año, en octubre (entre vendimiario y brumario, como bien saben los lectores). En octubre de 2022 apareció la primera entrega de esta trilogía juvenil, Fantasmas de verde jade. La segunda parte tendría que haberse publicado en octubre de 2023, pero no pude cumplir los plazos. La vida tiene estas cosas.

No obstante, la nueva novela de Lundenwich, La casa mecánica, ya está entregada, con su portada, sus ilustraciones interiores (de nuevo a cargo del intrépido Eduard Coll) y tiene fecha de publicación: marzo de 2024. Nueva ración de sinsentidos victorianos, penny dreadfuls, casas encantadas y referencias literarias e históricas con poco orden y mucho desconcierto.

Igual que ocurría con Fantasmas, La casa mecánica era un libro que existía. Lo publiqué en inglés en 2018, pero la reescritura ha sido brutal. Es lo único que he conseguido este año, pero estoy muy contento con el resultado.

De hecho, me alegra simplemente que el libro exista en su forma actual en español. Ha habido días en los que pensé que no iba a conseguirlo. Ha sido un año muy estresante por motivos que no tienen nada que ver con la literatura.

Este 2023 también he sido muy consciente del Black Friday, pero no me he dado cuenta de que era el NaNoWriMo hasta mediados de noviembre, y eso me entristece un poco. Me encanta el NaNoWrimo, aunque solo haya participado dos veces. Una de ellas me sirvió para escribir el esqueleto de Duramadre. La otra, para darle un empujón necesario a la adaptación al español de Fantasmas de verde jade.

Me da pena habérmelo perdido. Lo bueno es que todos los años tienen un mes de noviembre en el calendario y habrá otra oportunidad en 2024.

Publicaciones

Lengua de pájaros apareció en 2020, Duramadre en 2021 y Fantasmas de verde jade en 2022. Este 2023 es el primer año que concluye sin nueva novela o publicaciones de ningún tipo.

Lo único que justifica la existencia de este apartado es la republicación de uno de mis primeros relatos en la revista de octubre de Windumanoth. Es un placer y un honor aparecer en LA revista referente de la literatura de género en español y una grata sorpresa descubrir que han ilustrado el relato (¡gracias, Iván García Rodríguez!). La buena gente de Windumanoth también me hicieron una breve entrevista, que puedes leer en su web.

El cuento en cuestión se llama Frascos y ya apareció en la antología Aparecidos de la editorial Saco de Huesos en 2015. De Frascos surgió una de las ideas principales que acabó llevándome hasta Lundenwich. Además, si no me falla la memoria, es el primer relato que escribí publicado en formato físico y también el primero por el que recibí regalías.

Es como si se cerrara algún tipo de círculo. Una década entera escribiendo de forma «profesional», por decirlo de alguna manera. Algo menos, en realidad. Ocho años o así.

Eventos

Es curioso, pero me da la impresión de que este año he escrito poco, pero he estado en muchas partes. Y luego, cuando reflexiono, me doy cuenta de que en realidad tampoco he hecho tantas cosas.

Estuve en la Feria del Libro de Madrid (de donde siempre vuelvo algo sorprendido porque vendo más libros de los que imagino) y también en el Festival Eñe 2023 hablando de mis novelas y del boom de la literatura fantástica en España. Allí compartí jornadas con Mariana Enríquez y, como tardó varias horas en acabar con su larguísima cola de firmas, quizá me oyó hablar un poco de mis cosas, aunque fuera de fondo.

Sin embargo, el evento más importante del año para mí fue el Festival 42 de Barcelona, donde Fantasmas de verde jade ganó el premio a mejor novela juvenil en lengua española. Viajé allí para la ceremonia, donde compartí palmarés entre otros con el más que consagrado Santiago Eximeno, la simpatiquísima Marina Tena Tena y el compañero de editorial Albert Font, que se llevó el premio a mejor novela juvenil en catalán con L’hereu de la mort.

¡Qué puedo decir! Estoy muy contento de haber recibido el premio. Supone una inyección de moral increíble para seguir trabajando en la saga y concluir con un final digno y por todo lo alto.

Planes para 2024

Llegamos al apartado más divertido de estos balances. Consiste en fantasear y autoengañarse, para volver aquí el año que viene y preguntarse qué demonios ha podido ocurrir para que nada haya salido como uno esperaba.

En estos momentos la prioridad absoluta es cerrar la trilogía de Lundenwich, como no puede ser de otra forma. Me gustaría poder decir que el tercer y último libro saldrá publicado en Halloween de 2024 para mantener la tradición, pero sé que no solo no es realista, también es imposible.

El calendario de publicaciones de Obscura está completo para el próximo año; lo que, por otra parte, es una gran noticia para todos como lectores. Además, yo tendría que convertirme en un escritor bastante distinto para cumplir plazos tan ajustados. La novela tendría que estar revisada antes del verano y debería completar la primera versión del borrador en unos tres meses.

Vamos, imposible.

Así que, si todo va bien, la conclusión de la trilogía será publicada en algún momento de 2025. Si las cosas van realmente bien y hay un hueco disponible, quizá durante la primera mitad del año.

Ahora vamos con los futuribles: en el balance anterior comenté que quería preparar una propuesta editorial de un ensayo sobre mitología y folclore para el que tengo un montón de ideas. También hablé de una novela de espionaje ambientada en la España franquista que quería escribir. Ambos proyectos siguen entre mis planes, pero apenas avancé con ninguno, así que no se materializarán el año que viene. Aun así, me gustaría seguir trabajando en ellos cuando el tiempo me lo permita.

¿Y ese proyecto audiovisual del que hablabas en el balance del año pasado? Pues es muy posible que haya noticias más pronto que tarde. Al menos, espero que así sea.

Por último, vuelvo a tener muchas ganas de escribir ficción breve. Organizar una de esas antologías increíbles y temáticas, como un buen disco conceptual. Un libro bien gordo de relatos, de esos que nunca lee nadie, de esos que no venden absolutamente nada.

Espero que se me quite pronto la idea de la cabeza.

Blog

Ya sé que en el balance anterior aseguré que iba a publicar artículos y no lo hice. Apareció uno en enero (sobre el kishotenketsu, échale un vistazo si te apetece) y ahí quedó la cosa.

Este año sí puedo confirmar que habrá entradas nuevas en el blog con periodicidad: al menos una publicación por mes durante todo el año. Quizá publique algún artículo más, pero no puedo asegurar nada excepto que las entradas mensuales están garantizadas durante el 2024.

Es una promesa que, salvo catástrofes o desgracias imprevistas, creo que puedo cumplir.

En conclusión

Decía que 2023 ha sido un buen año, a pesar de que he estado bajo mínimos. No llegué al plazo de entrega de la novela (aunque todo haya salido bien al final), apenas he escrito algo que no tenga que ver con Lundenwich, y no cumplí casi ninguno de los objetivos que me marqué para 2023. Pero me reafirmo en que ha sido un buen año y el motivo es muy sencillo.

Me siento bien y estoy contento.

Me apetece escribir, terminar los proyectos que tengo pendientes y empezar otros nuevos. Me apetece trabajar en esta web y hablar de libros y de literatura.

Me apetece, en fin, todo esto.

Es algo que no siempre he podido decir durante el último par de años. Y, más allá de métricas de visitas, de valoraciones, reseñas y ventas, de premios y bolos literarios, del número de palabras escritas por día y de la visibilidad en las redes, es lo más importante de todo.

Tener ilusión por leer, por escribir y por compartir cosas con vosotros.

No sé, quizá sea el espíritu navideño.

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¿Y tú? ¿Has cumplido con los objetivos que te habías propuesto para este año? ¿Tienes ya algún plan para el año que viene? Cuéntamelo en los comentarios.